Con la remodelación de antiguos edificios en una residencia de verano realizada en 1749 por la emperatriz Maria Teresa se convirtió el palacio de Schoenbrunn en uno de los centros de poder más importantes de la monarquía de la Casa de Austria. Una corte noble de unas cien personas velaró por el buen funcionamiento de la política y de la sociedad y desarrolló por lo demás un leguaje propio, el alemán de Schoenbrunn.
El complejo incluye entre otros el palacio con unas 1500 habitaciones; muchas de las habitaciones de representación y de las habitaciones de la residencia imperial pueden ser visitadas. En el teatro del palacio ya actuaron Haydn y Mozart. Muy amplio es el parque del palacio, una pequeña parte alberga al parque zoológico de Viena. El conjunto completo es nombrado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996 y es una de las atracciones turísticas más importantes de Viena.